Error de Presentación del Inversor: Tratar de Educarlos


Uno de los errores más comunes que cometen los empresarios al presentar a los inversores potenciales es tratar de educarlos.

Uno de los errores más comunes que cometen los emprendedores al presentarse a inversores potenciales es tratar de educarlos. Al educar me refiero a incluir en la presentación demasiada información sobre el proyecto, el negocio o los productos, y tratar de transmitirlo todo en muy poco tiempo, normalmente de 4 a 5 minutos durante una presentación regular.

Soy testigo de esto todo el tiempo, tanto como instructor de presentaciones, pero lo que es más importante, como inversor de startups. Y cuando eso sucede, les pregunto a los emprendedores por qué querían incluir todo en la presentación. Por lo general, me dicen que creen que los inversores podrían tomar una decisión mejor informada para invertir en la empresa si tuvieran un conocimiento total del producto o servicio.

Y aquí es donde se vuelve muy crítico identificar correctamente el objetivo del discurso de inversión de 4- a -5- minutos; no se trata de que los inversores potenciales comprendan todo sobre tu empresa o proyecto para que firmen el contrato de la inversión al final de la presentación. No, el objetivo de un breve discurso de inversión es en realidad lograr que los inversores potenciales se interesen lo suficiente en ti, tu proyecto o tu empresa para que simplemente quieran avanzar al siguiente paso contigo. Esta podría ser otra reunión con ellos con más socios o tomadores de decisiones presentes, una reunión privada para discutir más detalles o algo más.

Piense en la presentación inversionista como una primera cita. El objetivo de la primera cita no es que la otra persona decida casarse contigo al final de la cita, ¿verdad? No, si hicieras eso, lo más probable es que la cita salga terriblemente mal, y la otra persona probablemente pensaría en ti como raro y espeluznante. No, el objetivo de la primera cita sería generar suficiente interés, y un poco de curiosidad, por supuesto, en la otra persona para querer pasar al siguiente paso, que es una segunda cita. Y luego una tercera, antes que entablar una relación a largo plazo.

En este sentido, el objetivo de la presentación del inversor es generar suficiente interés y, por supuesto, un poco de curiosidad. Suficiente interés para que los inversores quieran pasar al siguiente paso contigo. Y no lo haces bombardeándolos con datos complicados, un monton de información o gráficos complejos. No, créame; en el mejor de los casos se desconectarán de ti o, en el peor, desearán que no estuvieras hablando con ellos en primer lugar. Ninguno de esos son buenos resultados para iniciar una relación comercial a largo plazo con ellos.

Entonces, en tu próxima presentación deja atrás tus diapositivas complicadas así como las declaraciones largas e interminables. Identifica y transmite el problema al que estás aportando una solución en términos muy simples. Crea el apetito para mantener la conversación mostrando cómo tu proyecto o negocio presenta una oportunidad en el mercado objetivo y por qué sería de su interés considerar invertir en ti. Daré información más detallada sobre cómo hacer eso, en otros articulos. Pero por el momento, en vez de intentar educar a sus inversores, mantén las cosas simples y fáciles de entender.